Los Domingos de invierno
los plátanos desnudos
lloran haber perdido
casi todas las hojas.
Nadie quiere la sombra
los domingos de invierno
si se tiñen de blanco
y los cubre el silencio.
El suspiro que enreda
no es el sitio buscado,
es la capa de tiempo
que broncea lo ausente,
y si brilla la ausencia
te conforma el presente
al subir la escalera
los domingos de siempre.